martes, 18 de octubre de 2011

Sana como una manzana.


Emma era mi vecina. Era una señora muy alta y muy delgada. Ella pensaba que su delgadez se debía a alguna enfermedad o algo por el estilo. Estaba tan obsesionada que cada día que pasaba le dolía una parte del cuerpo distinta, un día le dolía el estómago, otro la cabeza y así todos los días. Siempre estaba quejándose hasta que un día habló con su hermana y esta le aconsejó que fuera al médico a hacerse unos análisis para ver si estaba enferma o no. Al cabo de unos días, fue a recoger los resultados , después de varias noches sin dormir que se le hacían eternas pensando en ''su enfermedad'' y cuando entró en la consulta, su médico le dijo: ''Señora, esta usted sana como una manzana. ''
La señora, volvió contenta a su casa esperando ver a su hermana para darle la buena noticia, y así fue.. Desde entonces, no le ha vuelto a doler nada.

Míriam Solozano Belenguer , 3ºD

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